The Legend of Zelda: Phantom Hourglass. ¿Link para toda la familia?

No es mi intención realizar un análisis exhaustivo del juego, hay muchos y muy buenos en la red y revistas especializadas a estas alturas, pero aunque sea me gustaría dejar por escrito mis impresiones una vez acabada y digerida la versión europea.

La historia comienza justo donde quedaba su predecesor de Gamecube: The Wind Waker, después de que la enésima reencarnación del héroe Link rescatara de la manos de Ganondorf a la enésima reencarnación de la princesa Zelda, Tetra, ambos parten en busca de aventuras por los anchos y PESADISIMOS (quien haya jugado el Wind Waker lo entenderá) mares, una búsqueda que tendrá como colofón el comienzo del juego, cuando Tetra desaparece al ir a investigar un barco fantasma y Link al ir a rescatarla se pierde en las aguas y aparece en una isla desconocida.

Gráficos

Gráficamente hablando, nos encontramos ante el mejor juego de la DS, cosa que demuestra que, bien llevadas, las 3D no pesan demasiado para la portatil de Nintendo. Si bien en algunos momentos puntuales el juego pega algún tirón, no deja de ser una simple curiosidad. Las perfectas animaciones de Link, el vasto mundo marino e islas y mazmorras con todo lujo de detalles, colorido y ambientación, dejan claro que estamos ante algo muy grande y que hay un gran trabajo detrás de ello.

Sonido

En todo Zelda el sonido es algo muy característico y PH no iba a ser menos. Tendremos los maravillosos sonidos Midi que, al abrir un cofre o descubrir un secreto, nos acompañan entrega tras entrega y los murmullos que hacen los personajes al hablar con ellos, unos efectos de sonido dignos de todo un Zelda.

En las melodías es donde el juego flaquea un poco y donde se nota la ausencia de Koji Kondo. Aunque buenas, no son demasiado variadas y además que he echado en falta la fanfarria inicial de todo Zelda, vamos un Zelda sin esa canción se me queda cojo, lo siento mucho.

Jugabilidad

Es en este aspecto donde el juego se lleva la palma. Olvidaos de las crucetas y de los botones porque en PH no se usan para nada de nada, tenemos un control total de Link y todas sus habilidades con el lápiz táctil de la DS y no hay posibilidad de elegir el sistema de control, cosa que pasa totalmente inadvertida ya que se ha adaptado a la perfección y la única pega que podemos encontrar es que tengamos la mano muy grande y haya ciertos movimientos que nos tapen la pantalla.

La innovación de este nuevo Zelda no se queda aquí, será también necesario el uso del micrófono e incluso de las bisagras de la consola (no me gustaría destripar uno de los puzzles más imaginativos del juego y que me arrancó una sonrisa) para resolver las diferentes situaciones que tendremos que afrontar. Si bien estas últimas características se utilizan muy poco y no pasan de simples curiosidades, dejan muy buen sabor de boca y le dan al juego una variedad muy rica.

Pero no todo iba a ser bueno, jugablemente le he encontrado dos fallos que se contradicen entre sí: Es un juego muy simple y que se acaba muy rápido y a la vez contiene una de las mazmorras mas PESADAS (que no dificiles) de todos los Zelda a los que he podido jugar, que son muchos ya. El juego contiene siete mazmorras en total, seis de avance con objetos nuevos y una central que tendremos que recorrer varias veces. Las seis mazmorras normales son bastante simples, no son muy laberínticas y los puzzles son asequibles lo que le ha dado al juego la etiqueta de «el Zelda más fácil de la historia». Pero a su vez tenemos la mazmorra central: El Templo del Rey del Mar que se convierte en una pesadilla para el desarrollo del juego al tener que realizar los mismos puzzles para avanzar en la mazmorra repetidas veces a lo largo de la partida. O sea que por un lado nos encontramos con un Zelda facilón para gente que no esté muy acomodada con este tipo de juego pero a su vez tenemos una mazmorra que echará para atrás a toda esa gente que este disfrutando de su primer Zelda.

Otro punto negativo en la jugabilidad es la escasez de misiones alternativas algo no muy común en la serie. En PH no hay que reunir cuatro piezas de corazón escondidas para completar uno y tener otra vida más, aquí los corazones se encuentran enteros y son bastante facilones de conseguir, lo que conlleva a que la rejugabilidad del título sea un poco escasa y se complete rapidamente al 100%.

Estamos viviendo la segunda época dorada de Nintendo, y eso es algo que se nota tanto en los catálogos de Carrefour como en la dificultad de sus juegos. Nintendo pretende llegar a un público cada vez mayor y para ello recurre a disminuir un poco la dificultad de sus grandes franquicias, algo que ha también ha pasado recientemente con el gran Super Mario Galaxy. Para los que llevamos ya más de 15 años jugando con Link y con Mario nos pueden parecer juegos algo fáciles pero creo que merece la pena el pequeño «sacrificio».

Phantom Hourglass es un gran juego y, lo más importante, un juego que 20 años después consigue seguir innovando sin olvidar todos los clichés de un buen Zelda.

Plataforma: Nintendo DS

Squallipuntos: 9/10

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